“Siguen prohibiendo plaguicidas, pero ¿dónde están las alternativas? Necesito algo.”
Reni Todorova, agricultora de cultivos extensivos y presidenta de la Unión Agraria del Noroeste, durante los EU Agri Food Days en Bruselas, diciembre de 2024.
El mensaje es claro: los agricultores necesitan soluciones efectivas para combatir plagas y enfermedades. El biocontrol, basado en soluciones naturales, se presenta como una alternativa viable y sostenible, pero su implementación en Europa enfrenta importantes desafíos regulatorios.
El papel crucial del biocontrol en la agricultura moderna
El biocontrol ofrece herramientas eficaces para manejar plagas y enfermedades de manera sostenible, asegurando la productividad y rentabilidad de las explotaciones agrícolas. A nivel global, este sector es el de mayor crecimiento en la protección de cultivos. Sin embargo, en Europa, la industria del biocontrol está en desventaja competitiva debido a normativas inconsistentes y restrictivas.
Actualmente, los productos de biocontrol están regulados bajo el Reglamento de Productos Fitosanitarios (1107/2009) de la UE, junto con los plaguicidas químicos. Esto implica que las nuevas soluciones de biocontrol deben someterse a los mismos procesos de aprobación que los productos químicos, a pesar de sus diferencias fundamentales. La falta de una definición clara para el biocontrol dentro del marco normativo dificulta el acceso de los agricultores a estas herramientas esenciales.
Un sistema regulador lento y complejo
La Unión Europea tiene uno de los marcos regulatorios más complejos del mundo, con plazos de autorización que pueden extenderse hasta 10 años, en comparación con los 2-3 años que suelen tardar otras regiones. Este retraso no solo deja a los agricultores sin acceso a nuevas soluciones, sino que también consume recursos que podrían destinarse a atraer a una nueva generación de agricultores y prepararles para el futuro.
Un estudio de IBMA de 2023 revela que entre 2023 y 2028 se prevé la presentación de 129 sustancias de biocontrol, de las cuales 75 son nuevas. Sin embargo, si el marco regulador actual no cambia, estas sustancias no llegarán al mercado hasta 2033-2038. Mientras tanto, los agricultores europeos pierden sustancias activas, reduciendo su capacidad para manejar plagas y enfermedades.
La necesidad de un cambio urgente
Es imprescindible abordar los cuellos de botella más críticos del sistema actual, al mismo tiempo que se replantea el marco regulatorio para el biocontrol. Esto garantizará que Europa pueda recuperar un papel de liderazgo global en la protección de cultivos, combinando evaluaciones rigurosas de seguridad con procesos de aprobación efectivos y adecuados.
Acciones necesarias para un futuro sostenible
Para responder a las necesidades urgentes de los agricultores europeos y asegurar la sostenibilidad del sector agrícola, es fundamental:
- Introducir rápidamente una definición a nivel de la UE para los productos fitosanitarios de biocontrol, junto con enmiendas específicas al Reglamento 1107/2009 a través de la Ley de Biotecnología.
- Desarrollar un nuevo marco regulador adaptado al biocontrol, que acelere los procesos de autorización y garantice la seguridad alimentaria, la resiliencia agrícola y el desarrollo de la industria europea del biocontrol.
La implementación de estas medidas no solo permitirá una respuesta inmediata a los retos actuales, sino que también sentará las bases para un sector agrícola sostenible, competitivo y preparado para liderar el futuro de la protección de cultivos en Europa.